Sus restos fueron hallados en una arruinada pirámide de ladrillos de barro, pero se sabe que fue una mujer muy poderosa que vivió en el norte de Perú hace unos 1.700 años. Se le conoce como la Señora de Cao y estaba enterrada con una corona y rodeada de objetos de oro y cobre en la pirámide de Huaca Cao Viejo, cerca de la ciudad de Trujillo.
La tumba también contenía algunas armas, incluyendo dos enormes garrotes de guerra. Hasta su descubrimiento, los expertos creían que solo los hombres habían disfrutado de posiciones de poder en la precolombina cultura Moche, a la que perteneció. Pero la riqueza de su tumba sugiere que ella también pudo haber sido una sacerdotisa o incluso un gobernante.
1. Los tatuajes y su significado
- Tatuajes de serpientes y jaguares
- Tatuajes de araña y mariposas
- Tatuajes en manos y brazos
- Tatuajes en pies y piernas
En su cuerpo se veían los restos de diferentes tatuajes en brazos y pies, que podrían ser indicativos de sus dotes como adivina, representando varios animales: serpientes, hipocampos, arañas, jaguares, mariposas, etc., así como otros elementos mágicos, a los que los mochicas atribuían poderes sobrenaturales. En la tumba se encontraron también otros símbolos de autoridad: una armadura de 1.100 piezas de cobre dorado, diferentes armas, varios cetros de madera forrados también de cobre y utilizados en las ceremonias.
La presencia de tatuajes en el cuerpo, con figuras de serpientes y arañas (ambos animales vinculados con la fertilidad de la tierra y el agua) y de otros elementos vinculados con lo mágico-religioso, sugieren que la Señora se dedicaba a actividades espirituales muy profundas asociadas al curanderismo. El jaguar es un animal sagrado para los mochicas y solo lo usaban los gobernantes, eso puede sugerir que la dama de cao también gobernó el imperio mochica.
2. El poder de la Dama de Cao
- Interpretación de las joyas de su tumba
Los estudios bioantropológicos permitieron conocer que la Señora de Cao murió cuando tenía aproximadamente 25 años y que su estatura era de 1,48 metros. Asimismo, el estudio de su cabello permitió conocer que consumía granos de maíz y productos marinos. ¿Pero quién fue esta mujer? Las insignias de poder que la acompañaban (coronas, diademas, porras, narigueras, orejeras) de haber sido usadas por el personaje, sugerirían su estatus de privilegiado en la composición jerárquica de la sociedad Moche del bajo Chicama. Es sorprendente la similitud de sus insignias con las del personaje D de la llamada «Ceremonia del Sacrificio», tema central de la iconografía Moche, que también es compartido con las evidencias provenientes de la tumba del Señor de Úcupe, del vecino valle de Jequetepeque.
Las 1100 piezas de cobre dorado hizo que los investigadores llegaran a la conclusión de que la mujer, que habría muerto por complicaciones postparto alrededor del año 400 d.C., había tenido el rango de gobernante y había sido considerada prácticamente una divinidad, pues un entierro de estas características solo era comparable con el del Señor de Sipán, gobernante del valle de Lambayeque.
3. El Contexto funerario
- Rostro simulado de la Dama de Cao
- Replica original de la corona
- Replica original de collar de cabezas
- Ropaje original de la cultura mochica
En el año 2004 se realizó el hallazgo de un contexto funerario peculiar: un conjunto de cinco tumbas de las cuales resaltaba la más grande y profunda, que contenía el fardo de un personaje muy importante de la élite moche, la Señora de Cao. Sin duda se trata de un hecho absolutamente inusual en la arqueología peruana, debido al sexo biológico del personaje, la presencia de un fardo inalterado por cientos de años, su extraordinario estado de conservación, y la cantidad de objetos asociados a su muerte.
La tumba, que habría sido construida a partir de la muerte de la Señora hacia los siglos IV y V, fue hallada dentro de este espacio ceremonial decorado con representaciones estilizadas de elementos propios de la cosmovisión Moche. El fardo funerario de la Señora de Cao estaba compuesto por tres fardos sucesivos. Todo el conjunto medía 181 cm de largo, 75 cm de ancho y 42 cm de grosor; pesaba casi 120 kilos. Dentro de la tumba, el fardo de la Señora de Cao era acompañado por un individuo adolescente muerto por estrangulamiento, quien tuvo un tratamiento funerario mínimo en comparación al que recibió el cuerpo del personaje principal.